Cornabou - Revista de Literatura Infantil i Juvenil - Childrens Literature
Dossiers
¿Por qué leer?: Para echar un pulso con el progreso
Andreu Sotorra
- Trabajo siempre rodeado de libros. El libro es un objeto hecho generalmente de fibra de papel que se fabrica por un medio sofisticado que empieza en el árbol y termina en las balsas de la pasta y los telares de las papelerías. Por el camino, a veces un camino de centenares de años, el libro cambia de color, coge enfermedades, se desintegra y pide a gritos la eutanasia. Muchos acaban en la trituradora. Pero otros tienen la suerte de caer en manos de objetores de conciencia, unos personajes silenciosos, con bata blanca y guantes de làtex y, a veces, con mascarilla. El libro, agotado de tanto dejarse hojear años y años o siglos y siglos, acaba cediendo de viejo y se lo deja hacer todo. Sabe que su destino final es la mazmorra de alguna biblioteca dónde los aires acondicionados y los termostatos controlarán su estado vegetativo.
- Trabajo siempre rodeado de libros, pues, y los observo a menudo porque me traen recuerdos. Por deformación profesional, mientras trabajo, acostumbro a combinar varias herramientas tecnológicas a la vez: escucho un informativo de radio, veo un vídeo de Internet, ojeo un reportaje o una noticia de última hora en la pantalla de televisión y tengo un botón de auricular en una de los oídos conectado al ordenador. Todo a la vez. Y, además —¡trabajo heroico el del periodista!—, escribo cualquier artículo que corre prisa.
- Pero, por mucho que lo intente, nunca he conseguido combinar todos estos elementos tecnológicos con la lectura de uno de los libros que me miran burlones desde las estanterías. El libro es individualista y es consciente de que tiene las de ganar. El libro se ha resistido al progreso. El libro es una especie que quizás sabe que está en proceso de extinción, pero aguanta con dignidad y elegancia, seguro que ninguno de los elementos tecnológicos que le hacen la vida más difícil no conseguirán arrebatarle la capacidad de provocar pequeñas historias de amor entre él y un ser lector.
- El libro se deja mimar, se deja palpar, se deja hojear, se deja humedecer si le cae alguna lágrima entre página y página, se deja deslomar, se deja hacer tatoo... En definitiva se deja amar. Sin amar, un ser humano no puede vivir demasiado tiempo. Es la única sentencia que nadie osa contradecir. Por esto, quien no quiera perder el único privilegio que lo mantiene vivo debería leer. ¿Por qué...? Cuando menos, por echar un pulso con el progreso que nos sitia con ademán de triunfador. Si la vida es un reto entre el peso de los recuerdos y la incógnita del futuro, el libro es una puente colgante en constante movimiento que ayuda a atravesarla.
- [Versió catalana de l'article publicat en castellà a la revista CLIJ Cuadernos de Literatura Infantil y Juvenil. Any 21. Número 218. Setembre 2008. Il·lustració d'Irene Blasco Grau]
[Clicar aquí para leer el artículo en catalán]
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